Los medios pueden lograr lo que se propongan en este país. Tienen el poder de hacer que te amen o te odien, pueden convertir lo blanco en negro y lo negro en blanco dependiendo del enfoque que le den a cualquier suceso
Esto lo saben muy bien los políticos, presidentes, deportistas, comerciantes, empresarios y la mayoría de los mortales. Todos saben que un periodista te puede hundir o salvar.
¿Se acuerdan del asunto del deportista Paté Centeno y su lucha por mantenerse en silencio y no dar declaraciones a los periodistas? Pues todos los medios se unieron para darle la siguiente lección “Usted Paté Centeno nos da declaraciones a la prensa o…”. Y ahora Paté Centeno es un manso corderito que hasta va al programa Zona Técnica de Teletica Canal Siete a asentir con la cabeza y recitar frases escritas por ellos.
Me pareció muy predecible la forma en que Teletica Canal 7 cocinó una manifestación en contra de la presidenta Laura Chinchilla. Como ya conozco como operan, podía predecir el final de todo mientras veía sus reportajes sobre la vía San José- San Ramón. Poco a poco, todos sus reportajes se encaminaban al jaque final, era como ver un juego de ajedrez en donde con cualquier movimiento de la presidenta, canal 7 le cantaba el jaque.
El Jaque-Mate sobre el asunto de la vía San José- San Ramón, lo cantaría por supuesto Ignacio Santos con su forma singular de meter la espada en el costado con un editorial, y así pues, JAQUE MATE A LA CONCESION DE LA CARRETERA vía San José- San Ramón.
Si la vez pasada criticamos duramente a Teletica Canal 7 por un editorial de Ignacio Santos, esta vez solo podemos aplaudir. Ese poder de los medios no es del todo malo, y por eso debe de estar en manos de personas que desean el bien para el país.
No puede ser que los costarricenses tengan que pagarle a una compañía privada por 30 años por una carretera hecha, que además, el gobierno puede arreglar con un poco de imaginación.
La pregunta es la siguiente. ¿Por qué el gobierno quiere regalarle la carretera a una empresa privada?
La honestidad que prometió la presidenta en campaña se deteriora cada vez más.
Cuando vimos lo de la trocha pensamos que a lo mejor ella estaba limpia, que la habian engañado algunos inescrupulosos que se aprovecharon de ella y del pueblo, pero con los saqueos subsiguientes y finalmente con esta concesión y su férrea defensa hacia esta compañía, ya no se ve tan claro el halo de honestidad de la que ha gozado. Y las dudas afloran y nos nublan.
Nos preguntamos ¿Cómo se le ocurre a la presidenta Laura Chinchilla impedir con retenes policiales, por primera vez en la historia, que los ciudadanos comunes participaran en los actos oficiales de Alajuela?
Véalo de esta forma, La presidenta se arriesgaba a una vergüenza descomunal que tampoco tiene precedentes en el País.
Había unos ciudadanos que querían hacerle un desaire muy feo, y darle la espalda mientras hablaba. Y la prensa se había confabulado con ellos para filmarlo y avergonzar a la presidenta en frente de todo el planeta. Para ser honestos, no sé si doña Laura merece esto, pero definitivamente no lo merece la envergadura de presidente de esta educada nación.
Una cosa es el fútbol y otra cosa es la envergadura presidencial. El país la eligió, y si hace mal gobierno no se reelige nunca más. Pero no degrademos la envergadura presidencial minimizando y humillando al presidente de turno, toda persona merece respeto y debemos respetar a nuestros líderes para que en otros países se les respete a ellos y a nosotros.
¿Pero es que Laurita no tiene asesores que puedan recomendarle alguna solución que no fuera esa horrorosa salida que la hizo perder un poco más de su ya deteriorada imagen ante los y las costarricenses?
Una cosa es segura, Ignacio Santos, esta vez tiene la razón, y desde este blog le mandamos la flor para que se la ponga en su ojal.
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